Me levanté sintiéndome diferente.
Desayuné café con leche.
Me vestí con un saco rojo y salí a la calle.
Afuera, nublado.
Frío.
Gris.
Olor a lluvia.
Sin nadie con quien jugar.
Me miré a un espejo y me sentí como de 16 años.
Dejándome llevar por el camino.
Adentrándome a la cueva.
Guiada por el conejo blanco.
Llenandome de ciudad.
Llenando a la ciudad de mi.
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