Pub.
Un amigo charla con una chica. Al lado de los parlantes.
X- Blablabla...
M- ¿Qué? No te escucho.
X- Ay, pero, ¿Vos no sos músico, acaso?
M- Sí, y ¿qué tiene que ver?
X- ¿Qué no tenés oído musical, acaso?
31 de marzo de 2012
27 de marzo de 2012
24 de marzo de 2012
Reflexionar.
Ayer me voy a hacer el trámite para mi carnet de colectivo estudiantil, para viajar más barato y no tener que andar jodiendo con monedas. Y por más que el servicio sea una peste como siempre y encima tienen la caradurez de querer aumentar el pasaje, esa no es mi observación del día de hoy. Pongo el acento en que, a pesar de que cuando uno hace esta clase de trámites siempre se encuentra con individuos pintorescos (y esta vez no fué la excepción), me puso particularmente triste un pibito. Capaz habrá tenido unos 12 años. Hacía muchas huevadas y se revolcaba por el piso. Tenía una hermana, de unos 14 o 15. Daba la impresión de que tenía alguna disminución cognitiva. Después, con mi amigo A. caímos en cuenta que no. Él y la hermana estaban evidentemente drogados.
Y me quedé pensando que la vida tiene que ser tan garcha para que criaturas (porque capaz la hermana no, pero el niño ES una criatura, tenía no mas de 12 años) caigan en eso. No voy a soltar el discursito de nuestros padres de que "las drogas son malas" y blablaba porque sería caretearla. Todos somos grandes y sabemos en lo que nos metemos cuando caemos en eso. Pero si sos un pendejo... ¿cómo podés tomar en cuenta el daño que te estás haciendo? ¿Cómo podés discernir si lo que hacés te va a traer consecuencias? Dudo mucho que el niño en cuestión tenga en cuenta esas cosas para andar así por la vida. Y la preocupación mayor: ¿Dónde están los padres? Dios, ¿qué nos pasa?
Francamente estas cosas me suelen poner a pensar un poco en lo mas que estamos como sociedad. Los valores que ya no están. Las grandes mentes que fueron calladas, censuradas, violentadas. La inteligencia que se perdió, el proceso de destrucción que se inició hace 36 años con los militares al poder y que culmina acá, en una fila de una empresa de colectivo, con dos hermanos drogados con paco.
Y me quedé pensando que la vida tiene que ser tan garcha para que criaturas (porque capaz la hermana no, pero el niño ES una criatura, tenía no mas de 12 años) caigan en eso. No voy a soltar el discursito de nuestros padres de que "las drogas son malas" y blablaba porque sería caretearla. Todos somos grandes y sabemos en lo que nos metemos cuando caemos en eso. Pero si sos un pendejo... ¿cómo podés tomar en cuenta el daño que te estás haciendo? ¿Cómo podés discernir si lo que hacés te va a traer consecuencias? Dudo mucho que el niño en cuestión tenga en cuenta esas cosas para andar así por la vida. Y la preocupación mayor: ¿Dónde están los padres? Dios, ¿qué nos pasa?
Francamente estas cosas me suelen poner a pensar un poco en lo mas que estamos como sociedad. Los valores que ya no están. Las grandes mentes que fueron calladas, censuradas, violentadas. La inteligencia que se perdió, el proceso de destrucción que se inició hace 36 años con los militares al poder y que culmina acá, en una fila de una empresa de colectivo, con dos hermanos drogados con paco.
Popurrí:
A.,
hechos,
la vida misma,
lo menos,
pintó el bajon,
reflexionar,
tenía que escupirlo
23 de marzo de 2012
Manifestación del subconciente.
Estaba con unos amigos. No recuerdo si era una joda, una reunión tranqui, una juntada tranquila a la tarde. La cuestión es que yo estaba con mis amigos y lo veo a C. Pongo una cara de póker inmensa e intento ignorarlo nada más. Estaba solo.
Pasan unos 20 minutos y se acerca a nuestro grupo a saludar. A mi me saluda con cara seria y yo no le doy (o intento no darle) más vueltas al asunto. Se pone a hablar y todos comenzamos una de esas charlas flasheras que solo podés tener con algunas personas especiales. Pasa una hora y todos nos distendemos. Me largo a cagar de risa de algo que dice Clem. Estoy así como 5 minutos y cuando le doy una miradita rápida, veo que él me estaba mirando con esa carita de perro extraviado que a mi tanto me gustaba.
Después de un largo impasse, me alejo a buscar una birra. Era de noche, estábamos en la playa y hacía frío. Yo me sirvo la bebida y noto que al toque, y sin hacer ruido, él se pone al lado mio. Intento no mostrar emoción y le pregunto que quiere.
Me mira nomás. Sin decir nada. Y sonrie y al fin dice:
C: ¿Cómo andás?
P: Remándola como se puede.
C: Ah.
Tenemos una de esas charlas por educación preguntándonos en qué andamos. Comienzo a tomar y a perderle el miedo.
Nos quedamos una hora hablando solos de pabadas, esquivandole el tema que yo moría por debatir. Hasta que se le escapa un:
C: Te extraño, loquita.
(Así me decía cariñosamente).
Yo me quedo sin palabras. Es la oración que esperé meses a que me diga. Y ahora que al fin pasa, nosé que hacer. Hasta que reacciono lo más pelotudamente posible: me largo a llorar. Y reclamarle que yo también lo extrañaba y que apesar de todo estaba ahí, llorando como imbécil por su culpa, pero que por algún motivo no lo puedo sacar de mi cabeza, a meses de lo ocurrido.
El me abraza.
Le pregunté porque se puso de novio con su novia y a mi me dejó en banda.
C: Yo estaba re confundido y no sabía que hacer y me pareció lo más ideal... pero no tenía idea de que te fuera a extrañar tanto después de todo. Yo siempre pienso en vos. Y en lo que pasamos, que fué corto pero... fué muy fuerte.
Yo lo miro y las lagrimas se debaten entre seguir o parar.
Él me mira y veo que las mejillas se vuelven a incendiar.
Y nos besamos, ahí, en la playa a la madrugada, una noche de abril.
Me abraza y me dice y me jura que la va a dejar. Porque ya no me quiere perder.
Y yo sigo llorando y nose porque.
Terminamos abrazados mirando el sol con sus garras, enfriando todo a su paso. Pensando con qué poco se puede ser feliz.
Me despierto.
Definitivamente tengo que olvidarme de él.
Pasan unos 20 minutos y se acerca a nuestro grupo a saludar. A mi me saluda con cara seria y yo no le doy (o intento no darle) más vueltas al asunto. Se pone a hablar y todos comenzamos una de esas charlas flasheras que solo podés tener con algunas personas especiales. Pasa una hora y todos nos distendemos. Me largo a cagar de risa de algo que dice Clem. Estoy así como 5 minutos y cuando le doy una miradita rápida, veo que él me estaba mirando con esa carita de perro extraviado que a mi tanto me gustaba.
Después de un largo impasse, me alejo a buscar una birra. Era de noche, estábamos en la playa y hacía frío. Yo me sirvo la bebida y noto que al toque, y sin hacer ruido, él se pone al lado mio. Intento no mostrar emoción y le pregunto que quiere.
Me mira nomás. Sin decir nada. Y sonrie y al fin dice:
C: ¿Cómo andás?
P: Remándola como se puede.
C: Ah.
Tenemos una de esas charlas por educación preguntándonos en qué andamos. Comienzo a tomar y a perderle el miedo.
Nos quedamos una hora hablando solos de pabadas, esquivandole el tema que yo moría por debatir. Hasta que se le escapa un:
C: Te extraño, loquita.
(Así me decía cariñosamente).
Yo me quedo sin palabras. Es la oración que esperé meses a que me diga. Y ahora que al fin pasa, nosé que hacer. Hasta que reacciono lo más pelotudamente posible: me largo a llorar. Y reclamarle que yo también lo extrañaba y que apesar de todo estaba ahí, llorando como imbécil por su culpa, pero que por algún motivo no lo puedo sacar de mi cabeza, a meses de lo ocurrido.
El me abraza.
Le pregunté porque se puso de novio con su novia y a mi me dejó en banda.
C: Yo estaba re confundido y no sabía que hacer y me pareció lo más ideal... pero no tenía idea de que te fuera a extrañar tanto después de todo. Yo siempre pienso en vos. Y en lo que pasamos, que fué corto pero... fué muy fuerte.
Yo lo miro y las lagrimas se debaten entre seguir o parar.
Él me mira y veo que las mejillas se vuelven a incendiar.
Y nos besamos, ahí, en la playa a la madrugada, una noche de abril.
Me abraza y me dice y me jura que la va a dejar. Porque ya no me quiere perder.
Y yo sigo llorando y nose porque.
Terminamos abrazados mirando el sol con sus garras, enfriando todo a su paso. Pensando con qué poco se puede ser feliz.
Me despierto.
Definitivamente tengo que olvidarme de él.
21 de marzo de 2012
Premio.
¡Ay, que lindo! Quiero agradecer a la Academia y a mi mamá por hacerme la chocolatada sin grumos. |
Nunca recibí un premio en este ámbito, así que me alegró ser la beneficiaria de éste que es mi primer premio, que me lo dió la capa total de Ness así que me toca hacerme cargo de tamaña responsabilidad.
La primera pero no menos importante parte de dicho premio es mencionar 5 hábitos extraños. Nosé si serán lo suficienteme raros, pero luego de inspeccionar en lo más profundo de mis entrañas reconocí estas acciones no muy normales:
- Mi cara de tirar onda, levante, perra en celo (?) es poner la mejor cara de ojete que se me ocurra. Obviamente, así me va (?). Sientansé dichosos si me ven mi cara de culo.
- Cuando voy a algún lugar, tiendo a agarrar y caminar por el camino más largo. Supongo que es porque me gusta observar a mi alrededor.
- Cuando tengo muchas ganas de estornudar y no me sale, pienso en dos personas random teniendo sex, y al toque estornudo. No me pregunten porque, hago esto desde los 14 por ahí. Y funciona.
- Hamarcarme en las sillas. Sé que no debo y que más que extraño, es hasta molesto, pero me encanta.
- Necesito el sonido del ventilador para dormir. Aún en invierno. Me molesta en demasía el silencio.
La segunda parte es responder este cuestionario con las siguientes sencillas preguntas y esperar que nadie se aburra en el intento de leer las respuestas.
- La serie mas reciente a seguir: Glee la dejé en el hiatus de esta tercera temporada. La semana pasada me re copé con Graduados.
- Un capricho cumplido: Estar totalmente sin hacer NADA.
- Un objeto del deseo: Ropa. Necesito ropa. Quitármela también, pero primero tenerla.
- Un sabor: Chocolate.
- Una fruta: Frutilla.
- Un lugar para visitar: Londres.
- Una ciudad: Seattle. Acá se llevaron a cabo muchas pelis y series de las que soy terriblemente fan (Sleepless in Seattle, Grey's Anatomy). Sin mencionar que es la cuna del grunge.
- Una Isla: Malvinas (?).
- Un lugar para enamorarse: Una plaza. Que se yo.
- Lo mejor de la TV: El control remoto.
- La última canción que se instaló en tu cabeza: Ella es tan cargosa - Autorretrato.
- Una actriz: Natalie Portman.
- Un actor: Coincido con Ness y pongo a Depp.
- Una Revista: Barcelona.
- Un sueño: Conocer la nieve.
- Ultimo vicio: Chala.
- Postre favorito:Tarta de manzanas. Es lo único que intenté hacer que me sale bien.
- Lo que me molesta: Una compañera pelotuda.
- Actitud de todos los días: Todomechupaunhuevo.
- Color: Rojo.
- Animal: Perro. Al menos se que no me va a dejar a la primera de cambio.
- Perfume: No uso. Pero me gusta sentir el olor a naranjo.
- Día de la semana: Sábado.
- Mi pasión: Cómo diría Francella, uno puede cambiar de muchas cosas, menos de pasión. Y nuevamente al igual que Ness, mi pasión es y será el Club Atlético River Plate.
Ahora me toca pasar esto a 5
- Mi mentora bloggeril, persona con quien mirar Mamá Cora y ayuda a la hora de crear bardo en el Faceboo, la señora Curú.
- Mi hermana, amiga, amante (bueno eso todavía no, pero algun día la convenceré) Clem.
- El señor que tiene muchas espinas, trabaja en una miltinacional pero aún así ama escribir: Erizo.
- El señorito que conocí una tarde por medio de una tarjeta telefónica mal raspada y que se fué a Buenos Aires pero siempre estará en mi corazón coraza: ElDari.
- La niña eterna, princesa sin despeinarse, bailarina talentosa y demás halagos: Kari.
20 de marzo de 2012
Tiempo a solas.
Tener un tiempo a solas, con vos, te saca muchas cosas provechosas. Tenés tiempo para conocerte (más), o desconocerte en absoluto.
A mi me pasa que desde hace un buen tiempo que (sinceramente) no tengo a nadie al rededor. Cero chongos, cero compañía masculina o femenina. Es como que sin querer dejé (o dejaron) todo de lado. Son cosas que pasan. Y es lo que toca. Pero me asombra la capacidad de imaginarme cosas con personas, imaginarme escenarios, posibles escenas con alguien más. Sé que la vida no está echa para que la vivamos solos. Quizás por eso anhelo algún tipo de compañía.
Una escena que recorre mi mente muy a menudo es yo cayéndole en la casa a, pongámosle, Sujeto X, con los ingredientes para hacer una tarta de manzana. Él me abre la puerta, yo me adelanto. Dejo las cosas sobre la mesa, nos ponemos a charlar, él me prometió pastas así que yo hacía el postre. Nos ponemos manos a la obra, cenamos, comemos postre, miramos una película y el resto ya se lo imaginan.
Imaginar no cuesta nada y no se puede decepcionar con una fantasía. El problema es cuando la fantasía se comienza a apoderar lentamente de la realidad. O quizás no, no sea un problema, ya que no hay absolutamente nada en juego.
La soledad nos tiende trampas.
A mi me pasa que desde hace un buen tiempo que (sinceramente) no tengo a nadie al rededor. Cero chongos, cero compañía masculina o femenina. Es como que sin querer dejé (o dejaron) todo de lado. Son cosas que pasan. Y es lo que toca. Pero me asombra la capacidad de imaginarme cosas con personas, imaginarme escenarios, posibles escenas con alguien más. Sé que la vida no está echa para que la vivamos solos. Quizás por eso anhelo algún tipo de compañía.
Una escena que recorre mi mente muy a menudo es yo cayéndole en la casa a, pongámosle, Sujeto X, con los ingredientes para hacer una tarta de manzana. Él me abre la puerta, yo me adelanto. Dejo las cosas sobre la mesa, nos ponemos a charlar, él me prometió pastas así que yo hacía el postre. Nos ponemos manos a la obra, cenamos, comemos postre, miramos una película y el resto ya se lo imaginan.
Imaginar no cuesta nada y no se puede decepcionar con una fantasía. El problema es cuando la fantasía se comienza a apoderar lentamente de la realidad. O quizás no, no sea un problema, ya que no hay absolutamente nada en juego.
La soledad nos tiende trampas.
9 de marzo de 2012
Popurrí:
comedia,
Libros,
Parks and Recreation,
serendepias
7 de marzo de 2012
"Verano".
Es la historia de un libro, una novelita de amor, del que se imprimieron 3.000 ejemplares en los talleres gráficos Altar, hace algún tiempo. Era la típica novela del verano de un autor de poco prestigio, que pasó muy pronto al olvido. Un librero llamado Agustín lo puso en la vidriera de su librería, "El Gato Blanco", pero no lo vendió pronto.
Pasaron dos años enteros hasta que Lidia lo compró, por impulso, una tarde, para leer algo en las vacaciones. Pero justo en esas vacaciones Lidia conoció a Fernando, el que después sería su marido, y el libro quedó en la arena.
A la mañana siguiente Luis y Norma, una pareja de ancianos, lo encontró en la playa y lo salvó de la marea alta. El libro sirvió como regalo de cumpleaños del nieto mayor, Carlín, que no era muy afecto a la lectura. Carlín se fué a vivir con una viuda joven tres años después y se llevó sus pertenencias, entre ellas el libro. La viudita, llamada Eva, usó el libro de amor como proyectil de odio cuando Carlín la abandonó por una mujer más rica.
Cuando la viuda vendió la casa de apuro, el libro quedó en los estantes de los nuevos dueños, una pareja jóven, Gustavo y Ana. Gustavo ordenó la biblioteca de la viuda por colores. El libro quedó atrapado entre un filósofo y un poeta mayor. Fueron felices en aquella casa, donde nacieron Clara y Miguel. A Clara le gustaba la tapa del libro, no se sabe muy bien porqué. Cuando Clara tuvo 18, se fué a vivir sola. Entre las cosas que se llevó estaba el libro. Le recordaba a su infancia. Eran épocas complicadas para los libros y para los jóvenes, pero por suerte, el libro y su dueña sobrevivieron. Una noche, Clara recibió un llamado y tuvo que irse del país en puntas de pie. El libro quedó en el departamento vacio.
El libro quedó allí muchas semanas, hasta que el dueño sacó todas las cosas para alquilarlo. Héctor, el hijo menor del dueño del departamento, le dió al libro usos domésticos durante tres años enteros. Un día, se lo regaló a su amiga Andrea, para intentar seducirla. Ella se lo agradeció, pero nunca tuvieron nada.
Andrea tuvo una visa solitaria y nunca se casó. Ya grande, le regaló todos sus libros a su sobrino. Él se llamaba Andrés y era un gran lector. Pero le gustaba la filosofía y no las novelas. Años mas tarde, Andrés se vió apurado de dinero y decidió vender, por kilo, todos sus libros de ficción.
Se los compró un librero llamado Agustín, que había heredado la librería de su abuelo, del mismo nombre. "El Gato Blanco" había sido una librería de cosas nuevas, pero con el tiempo se convirtió en un local de usados. Agustín ordenó la compra por autor, por título y por género y sin saber poqué, puso el libro en la vidriera.
Hernán Casciari.Revista Viva.26/02/2012.
6 de marzo de 2012
Gorillaz ft. Andre 3000 and James Murphy.
DoYaThing.
Single - Converse: Three Artist. One Song
2012.
You wanna feel it,
But you don't know what you're feeling tonight!
And if you're thinking
And i don't know what you're thinking baby
A-a-a-a-aha
You go on thinking
And you gonna make it alright!
DoYaThing.
Single - Converse: Three Artist. One Song
2012.
You wanna feel it,
But you don't know what you're feeling tonight!
And if you're thinking
And i don't know what you're thinking baby
A-a-a-a-aha
You go on thinking
And you gonna make it alright!
4 de marzo de 2012
Antisocial.
Estuve atravesando una pequeña etapa de antisociabilidad al mango. Las últimas dos semanas, me encerré en un caparazón como consecuencia de dos echos: uno, de impronta netamente personal, relacionada a una persona, C., que, para resumirlo en pocas palabras, me ilusionó y yo como boluda caí y después resulta que el chabón se pone de novio con otra.
El otro echo es mas serio y forma parte de mi vida académica y se resume a una palabra chota si las hay: finales. Así que dejé de hacerme la boluda y volqué todas mis energías a eso, que dicho sea de paso es mas productivo.
Me encerré dos semanas a nada más que tener una relación con los apuntes y a lo mucho ver a La Dani, uno de mis pilares últimamente. Cómo ella es de Formosa y está (casi) sola acá, casi que nos convertimos en huéspedes del pequeño departamento. Al único lugar al que salía (si es que salía) era allí. No le hablé a nadie más. R., un pibe con el que también parecería haber algo, también me dejó de hablar. N., lo mismo. Con el único con el que comencé a hablar regularmente fué con J., de quién ampliaré mas adelante.
Puedo decir que el ser antisocial da resultados. Está bueno tener de vez en cuando, una escapada a lo más recóndito de uno mismo. A tus venas, tu estómago, tus entrañas y tu alma. Tu escencia, la chispa que te hace ser vos. A mi me ayudó a ver las cosas con más claridad y es por eso que me alegro de volverle ermitaña de nuevo un par de semanas.
El sábado de ayer fué épico, por ejemplo. Nada de boliche, ni salidas, ni nada. Sólo fuimos yo, la PC, el Facebook, el Blog, alguna peli, música, y nada más. Toda de entre casa, chorcito corto, remerita suelta, el cabello mal recogido (opa!). No hay nada en el mundo que ame más que estar así.
Pero no todo dura para siempre, así que después de rendir la última materia, volveré a mis andadas. Espero que Marzo sea un mes con muchas cosas para contar. Quiero que la inspiración siga viniendo. Quiero ver si las cosas pendientes se concretan o siguen nadando en un mar de cosas implícitas. Pero no me importa. Por primera vez, en verdad no me importa. Ya no voy a forzar nada, solo me voy a dejar llevar. Qué decida la corriente por mi, por una vez.
El otro echo es mas serio y forma parte de mi vida académica y se resume a una palabra chota si las hay: finales. Así que dejé de hacerme la boluda y volqué todas mis energías a eso, que dicho sea de paso es mas productivo.
Me encerré dos semanas a nada más que tener una relación con los apuntes y a lo mucho ver a La Dani, uno de mis pilares últimamente. Cómo ella es de Formosa y está (casi) sola acá, casi que nos convertimos en huéspedes del pequeño departamento. Al único lugar al que salía (si es que salía) era allí. No le hablé a nadie más. R., un pibe con el que también parecería haber algo, también me dejó de hablar. N., lo mismo. Con el único con el que comencé a hablar regularmente fué con J., de quién ampliaré mas adelante.
Puedo decir que el ser antisocial da resultados. Está bueno tener de vez en cuando, una escapada a lo más recóndito de uno mismo. A tus venas, tu estómago, tus entrañas y tu alma. Tu escencia, la chispa que te hace ser vos. A mi me ayudó a ver las cosas con más claridad y es por eso que me alegro de volverle ermitaña de nuevo un par de semanas.
El sábado de ayer fué épico, por ejemplo. Nada de boliche, ni salidas, ni nada. Sólo fuimos yo, la PC, el Facebook, el Blog, alguna peli, música, y nada más. Toda de entre casa, chorcito corto, remerita suelta, el cabello mal recogido (opa!). No hay nada en el mundo que ame más que estar así.
Pero no todo dura para siempre, así que después de rendir la última materia, volveré a mis andadas. Espero que Marzo sea un mes con muchas cosas para contar. Quiero que la inspiración siga viniendo. Quiero ver si las cosas pendientes se concretan o siguen nadando en un mar de cosas implícitas. Pero no me importa. Por primera vez, en verdad no me importa. Ya no voy a forzar nada, solo me voy a dejar llevar. Qué decida la corriente por mi, por una vez.
Popurrí:
antisocial,
freak,
gente copada,
La Dani,
la vida misma,
recuerdos,
Soltera,
vacaciones
C:
"hey
como andas tanto tiempo".
Nosé si putear porque ya sé que esto podría ser el inicio del mismo círculo vicioso, o sonreír porque cuando me hablaste, me acordé de tus mejillas coloradas y tu piel que se incendiaba de la nada.
Y quedé así: "C:"
como andas tanto tiempo".
Nosé si putear porque ya sé que esto podría ser el inicio del mismo círculo vicioso, o sonreír porque cuando me hablaste, me acordé de tus mejillas coloradas y tu piel que se incendiaba de la nada.
Y quedé así: "C:"
2 de marzo de 2012
Posesiones materiales.
Popurrí:
la vida misma,
materialista,
momentos épicos,
Música,
objetos,
recitales
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