17 de enero de 2012

Hábitos (no) alimenticios.

Estoy comiendo muy poco otra vez. Desde el domingo siento que no tengo apetito. O por ahi lo tengo pero luego no quiero comer. Es como que mi estómago se cierra cuando comienzo a comer. Pero ojo, no lo hago a propósito, es como un mecanismo que se pone en marcha en el instante en el que hay comida en la boca. Y siento que si como más de la cuenta, me entran ganas de vomitar. Reitero, nada de esto es intencional, sale solo. O capaz es de manera inconciente.
Yo no suelo ser así, a mi me gusta comer. Disfruto del placer de las calorías (ok, siempre que no sea exagerado) necesito mi plato semanal de pastas, de porquerias, de pizza, helado. ¡Amo el helado! Y cuando trajeron helado, no lo quise comer. No quise comer helado. La apocalipsis existe y comienza ahora.
Pero más allá de eso, es como que ya está incorporado. El domingo me levanté con una lija pero cuando me senté a comer, probé 3 bocados y no quise más. Pero no era yo, era mi cuerpo el que rechazaba la comida. Ayer no comí mucho y no creo que la cosa mejore en los próximos días. Se siente raro.
Hace sólo unas semanas, mi desayuno consistía en un yogur con bundín y ahora estoy peleando para terminarme el pote de yogur si quiera. Veía una hamburgesa en alguna propaganda de T.V y me daba hambre y ahora ni eso.
Simplemente nosé, no tengo hambre. Y no me gusta.



2 comentarios:

Clementine Borderline dijo...

supongo que ya si lo pones asi, no me gusta tampoco. yo creo que estoy comiendo por las dos, blda.

ElDari dijo...

Rutina quizás sea la causa del problema.